¡¡Mi historia!!

CAPÍTULO 1: 
Era un día soleado pero con cierta brisa marina. Alice y yo nos miramos y nos sonreímos, estábamos muy emocionadas. ¡Nuestras primeras vacaciones juntas! Que chupiguay (xdd). -¡Aria!-. Me giré por instinto propio, ya que si gritan tu nombre tú tienex tendencia a mirar, ¿no?, pues eso hize yo. Por suerte, el grito iba dirigido hacia mí. Era Cooper.- ¿Que haces aquí?- le pregunté abrazándolo con cariño -No podía irme sin despedirme- -Ni sin comprobar cuántos chicos hay- interrumpió Alice pasando por nuestro lado -¡Alice!- le exclamé yo dándole un codazo -Tranquila, estoy acostumbrado a su amabilidad tan especial- dijo Cooper. Alice le miró con cara de "¿De que vas?" y sonrió de manera murri -Pues Aria, he visto a unos cañonazos embarcando. Creo que son italianos y tenían unos musculitos.... Hoy les saludamos ¿de acuerdo?- añadió. La cara de Cooper se volvió blanca y empezó a ponerse nervioso -¿Como que cañonazos? ¡Aria, como te vayas con ellos en serio qué.....!- -¡Era una broma! ¡Celoso!- dijo Alice riéndose. Cooper casi explota de la rabia. -Bueno, vale ya- dije yo. Es que estos dos empiezan a hartarme con sus peleas. -Sí, despídete de Don Celos y embarquemos- dicho eso, Alice agarró su maleta y se marchó. -Por fin, ¿eh?- sonrió Cooper. Yo suspiré y le devolví la sonrisa. -Te echaré de menos- me dijo él -Y yo-. Después de esto, nos abrazamos y nos besamos. Después de los mimitos y eso, le prometí a Cooper que le llamaría cada día (éste tío está flipando ¡me quedaré sin saldo!). Por fin pude embarcar. Me reuní con mi família y con la de Alice y fuimos hacia la "recepción", donde nos dieron las llaves de los camarotes. Mis padres y mi hermana dormían juntos, los padres de Alice juntos (obvio) y Alice y yo en un camarote para nosotars solas, Uuau!! =D.
Se oyó una sirena grave y larga que significaba que el barco zarpaba. 
Capítulo 2:
El barco empezó a balancearse sobre el mar azul y zarpó un poco más adentro. En un ratito el puerto y las enormes playas de Malibú se volvieron pequeñísimos, me giré hacia mis padres y nos sonreímos. Jess se puso a caminar cerca de la barandilla que impedía que alguien cayera al mar. -Jess, cuidado- -Mamá estoy bien- replicó Jess -No vamos a ganar un miembro de la família para perder a otro- añadió mi padre. Mi madre le miró con una mirada asesina y él comprendió que había metido la pata hasta el fondo. En mi família no hace falta que hablemos, con miradas y sonrisas nos entendemos. Pero yo me atreví a hacer LA pregunta: -¿Que quieres decir?-. Mis padres se pusieron nerviosos y abrieron la boca intentando hablar. -Pues... ¡Jess, ponte la chaqueta, que aquí hay mucho viento!- exclamó mi madre dirigiéndose hacia ella con una cazadora vaquera pequeñita. Yo miré a mi padre y él me miró momentáneamente. -¿Que pasa?- insistí -Nada, nada- me respondió él. <<Nunca me cuentan nada....>> pensé yo. Me dirigí hacia la cubierta donde estaban als piscinas y todo eso buscando a Alice. La encontré en el bar comprándose un batido -¡Ei, Alice!- le dije -¡Hoola! Cuánto tiempo eh....- me respondió ella haciendo broma. Le cogí el batido y bebí un poco -¡Eh, pero qué morro!- exclamó ella haciendose la ofendida -Jajaja, se tiene que compartir- y se lo devolví. Miramos el cielo, que estaba tomando un precioso color naranja. Entonces llegaron nuestras respectivas famílias. <<Voy a hacerne la enfadada para que me cuenten lo que ocurre....>> se me ocurrió. Aparté la mirada de mis padres, aunque no sé si se dieron cuenta de eso. -Chicas, pronto servirán la cena....- anunció Tom, el padre de Alice -¡Si son las siete y media!- se quejó Alice (siempre tiene que quejarse) -Ya lo sé cariño, pero la cena se sirve a las ocho- -Pff, pues vaya rollo....- volvió a protestar -Tendréis que cambiaros, hoy cenaremos en el salón grande-. Nos miramos sin entender qué era el "Salón Grande", por suerte, mi madre captó nuestras miradas y se adelantó a nuestras preguntas -Es el salón más elegante y importante del barco- -Eso si lo sabes responder....- solté yo.  Mi madre puso los ojos en blanco y me dijo -A la hora de cenar te lo cuento todo- -¿Y a mí?- añadió Jess -A todos, cariño, pero tenemos que ir a arreglarnos, que ese salón es muy elegante- dijo mi madre cogiéndole de la mano a ella y a mi padre -Nos vemos luego, Aria, ve a arreglarte tú también-. Asentí y cogí a Alice de la mano dirigiéndola conmigo al camarote. -Vamos a cambiarnos- le dije.
CAPÍTULO 3:
Eran las ocho y cinco minutos aproximadamente cuando Alice y yo terminamos de ponernos "divinas". Corrimos hacia el salón grande de las personas pijas y ricas. Katie, la madre de Alice, nos vio y levantó el brazo saludándonos. Fuimos hacia la mesa y nos sentamos. -Mamá, ¿que tenías que contarnos?- pregunté apoyando la cabeza en mi mano. Mi madre miró a mi padre con niervos y él le sonrió -Bueno, pues.... ¡Estoy embarazada!- anunció con alegría mi madre. A mí se me iluminó la cara y puse una sonrisa enorme. -¿Vamos a tener un hermanito?- preguntó Jess -Sí, Jess, un hermanito o una hermanita- -¡Yo quiero que sea una hermanita!- protestó -Eso lo sabremos en unos días- -Felicidades Cathrin- dijo la madre de Alice -Gracias, muchas gracias- respondía mi madre sonriendo. Nos sirvieron la cena y empezamos a comer. Nuestros padres charlaban de cosas aburridas (política, notícias de la tele y eso), nuestras madres de lo que harían mañana (pilates, piscina....), Alice y yo de las fiestas para jóvenes, y Jess, pues.... Estaba callada. A mitad de la cena hubo una especie de terremoto en el barco. Todo se balanceó, y las luces se apagaron momentáneamente. Jess se asustó y fue con mis padres -¿Que ha sido eso papi?- preguntó a punto de llorar. Alice y yo nos miramos asustadas (hemos visto un montón de veces Tinanic y estamos emparanoyadas). Mi madre se acarició la barriguita que salía un poquito (normal que no nos hubiesemos dado cuenta). Los padres de Alice pusieron cara de pánico y se agarraron las manos con fuerza. Otro apagón, esta vez más largo, y una sacudida. Algo no iba bien. -Vayamos a mirar- propuso Alice -Sí- dije yo. Nos levantamos de la silla pero por poco nos cayemos al suelo -Chicas, ¿donde vais? ¿estais bien?- preguntó el padre de Alice -Sí, papá, Solo queremos saber que pasa- -¡De eso nada! Os quedáis aquí como hace todo el mundo- -Uy, sí, todo el mundo se queda aqui quieto y tranquilo...- dije observando a una bandada de gente histérica que salía corriendo -Os quedareis con nosotros y con toda la gente nohisterica- añadió mi madre -Lo sentimos, pero tenemos derecho a saber qué pasa-. Dicho eso, agarré a Alice y abandonamos el comedor -¡Esperad!- gritó mi padre -¡Yo también voy!- dijo Jess, soltándose de mi padre y corriendo hacia nosotras -¡Jess!- dijo mi madre -Tranquilizaos, enseguida volvemos- soltó Alice. Fuimos, intentando no caernos en cada sacudida, hacia donde en teoria estaba el capitán. En la puerta encontramos a un montón de gente, y en el medio, un hombre de unos 30 años vestido de manera muy elegante con un gorro blanco -Ese debe ser el capitán- susurró Alice -Parece que sí, tiene toda la pinta....- le respondí yo. Esperamos a que el grupo de gente se disolviera y entonces fuimos nosotras. El capitán se disponía a entrar en la sala de control (algo así se llama) pero nosotras le detuvimos -¡Espere!- dijimos. Se giro poniendo los ojos en blanco, como si estuviera pensando "Más gente no, por favor..." -¿Que ha pasado antes?- preguntó Alice, yendo al grano, como siempre -Nada, una ola de tamaño medio nos ha arroyado y....- -¡Sí, una ola y un unicornio, no te digo!- añadió Alice ligeramente cabreada -Alice....- le dije yo -Señorita, me gustaría contarselo....--Pues hágalo- dijo mi hermana. El capitán la miró extrañado -Lo siento, pequeña, pero no puedo- -¿Por?- -Porque si lo hiciera vosotras se lo dirias a vuestros padres o a otra gente y cundiria el pánico- -Ah...- suspiró Jess, con tristeza -¿Tan grave es?- pregunté yo -Como he dicho, no lo puedo contar....- repitió el capitán, que en una plaquita llevaba inscrito el nombre de "John" -¿Y si le juro por mi nuevo hermanito que no se lo diré a nadie?- dijo Jess -Bueno, en ese caso....- se rindió el capitán. 
CAPÍTULO 4:
-Veréis, ha habido un problema con las coordenadas y nos hemos desviado de la ruta habitual, y no sabemos dónde estamos. Al parecer, esta es una zona muy extraña de la que nadie sabe mucho, y por lo que se puede comprobar, las olas tienen un tamaño.... Enorme- Nostras tres escuchábamos atentas al capitán John -¿Como enormes? ¿Nos hemos balanceado tanto por una ola?- preguntó Alice -Exacto, la ola ha inundado la cubierta Norte.... La delantera, que digamos. Por eso la hemos cerrado. La ha destrozado e inundado- -¡Oh!- dijimos las tres -Lo peor es que ha habido un problema y el agua se ha colado por algún sitio, y las máquinas están fallando todas. Lo más probable es que haya un agujero, pero de debe encontrar, y mientras lo hacemos, el barco se va llenando de agua y hundiéndose- dijo John desesperado -¡¿Que nos estamos hundiendo?!- exclamó Alice a punto de llorar -No lo sé- -Pues.... Hay botes, ¿no? ¡Suban a toda la tripulación en esos botes y marchémonos hacia algún lado!- -Lo siento, lo haríamos, si supiéramos donde estamos....- -¡Llamen por la radio a la gente que está en Malibú!- sugerí yo -Ya lo hemos echo, nos están intentando localizar, pero no es fácil. El barco deja de responder por momentos. Lo único que podéis hacer es ir a vuestro camarote, cojer el salvavidas, toda la comida que os sea posible y rezar-. Nos decepcionamos mucho, y nos preocupamos. Estabamos muertas de miedo. -Sí, será mejor hacer lo que dice una persona con tanta experiencia...- dije yo, impulsando a Jess y a Alice hacia el pasillo por el que habíamos venido -Muchas gracias Capitán John- dijo Jess -Sí... Gracias- añadió Alice. Yo solamente le sonreí, no me salían las palabras. -De nada, ya veréis como nos localizarán enseguida y nos rescatarán- nos consoló él -Segurísimo que sí- dicho eso, Alice empezó a correr. Yo noté el porqué. -Vamos Jess, volvamos con papá y mamá-. Llegamos al comedor, que ya estaba medio vacío. -¡Papá, mamá! ¿Dónde está todo el mundo?- pregunté yo -No lo sabemos, han empezado a marcharse- -Ah...-. Otra sacudida más fuerte hizo que el barco se balanceara de mala manera, y todos los platos y copas cayeron al suelo formando un ruido ensordecedor. Todos nos tapamos las orejas si no queríamos quedarnos sordos. La elegante/enorme lámpara de araña que colgaba del techo también se balanceó con esta última sacudida -¡Poneos debajo de la mesa!- exclamó mi padre. Levantamos la cabeza y vimos como la lámpara se soltaba del techo lentamente y caía hacia nosotros. Rápidamente nos escondimoa debajo de  la mesa y otro ruido de cristales rotos inundó el comedor. La lámpara cayó justo al lado de nuestra mesa, pero pos suerte no encima. -¡Venga, salid y vayamos a ponernos a salvo!- dijo el padre de Alice ayudándonos a salir de ahí debajo. Cuando estábamos saliendo, vimos que por la puerta opuesta de la nueestra entraba una ola gigante de agua e indundaba rápidamente el salón -¡Rápido, rápido!- exclamaba ña madre de Alice cerrando la enorme puerta para que el agua no nos llegara a nosotros. Corrimos hacia que salimos a la cubierta Sur, donde estaba la mayoria de la gente que huía del agua. Lo único que recuerdo de esa situación es a mí, a mi hermana y a Alice abrazadas y llorando. Después una ola que nos arroyó a las tres hacia el mar, pero nosotras seguíamos juntas. Cuando me desperté, estaba junto a ellas en la orilla de una playa.

2 comentaris:

  1. Hola, muy xula la historia. Tienes que segir escribiendola!!! Si ya no escribes mas cuando acabas de empezar...
    Es una hisoria con futuro, y seguro que si escribes mas te comentaran y te daran ideas.
    Pero no dejes de escribis antes de empezar!
    Muxa suerte con la historia, seguro ke te sale genial.

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  2. solo ay 4 capitulos?? peo si la istoria esta genial

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